Nos vais a matar de un infarto ¡¡.
Pues si señores
míos, esto es lo que va a pasar si os empeñáis en empezar a jugar al rugby sólo
después de que la vena del cuello se nos ponga gordísima de gritar desde la
banda.
Resulta que estamos demostrando jornada tras jornada que
sabemos jugar al rugby, que tenemos ganas e ilusión por jugar cada semana, que
de forma casi increíble con 19 fichas
estamos consiguiendo que la mayoría baje a entrenar los viernes y
completar los sábados equipos de 13 tíos en el campo y varios más en la banda
deseando saltar al campo para demostrar sus ganas. Y sin embargo el sábado
contra el Canoe vimos un equipo que tuvo la “mala” suerte de marcar un ensayo
muy tempranero y de repente se creyeron que eran los all blacks y decidieron
“borrarse” del partido que al parecer ya habían ganado.
Evidentemente el espectáculo se convirtió en bochornoso especialmente en la delantera que es, a
mi juicio, una de las mejores del
campeonato: Delanteros que no llegaban, balones que no se peleaban y por tanto
se perdían, incluso los tres cuartos tuvieron que asumir las funciones del
paquete de delanteros hartos de no tener ni un solo balón.
Pero que narices pasó esos 10 minutos?. Vive Dios que
desesperación ¡¡
Afortunadamente el motor empezó poco a poco a carburar, los delanteros volvieron a recordar lo
que significa luchar, conquistar y pelear y el partido se fue enderezando hasta
acabar con el nivel de juego habitual.
Hechos a destacar fueron:
Los tres cuartos funcionaron muy bien y asumieron el liderazgo
que la delantera no tuvo en esos minutos negros. Si no llega a ser así con toda
probabilidad habríamos perdido el partido miserablemente.
La banda funcionó a la perfección y vimos como sacar y meter
jugadores en el partido es algo importantísimo para corregir errores, dar
indicaciones, hacer descansar a la gente y meter gente fresca y motivada que puedan seguir dando nivel.
Esta vez los jugadores de la banda estuvieron atentos a los cambios y se
mantuvieron calientes y listos.
La capacidad de superación del equipo ha sido buena y hemos
enderezado un partido difícil recurriendo a la automotivación y exigencia
personal. Este factor a la postre es lo que diferencia los equipos ganadores de
los no ganadores.
El nivel del equipo en general y de cada uno de vosotros en
particular ha mejorado notablemente y esto hace que los fallos, especialmente
de placaje sean mucho más notorios. Estamos llegando al punto en el que las
faltas de “coraje” (que no las equivocaciones que todos las podemos hacer)
supondrán el cambio inmediato por alguien que en la banda está esperando con
ilusión poder salir al campo.
Bueno como resumen yo diría que ha sido un partido del que debéis
de aprender la importancia de la motivación y de las ganas de darlo todo como
factor crítico para ganar los partidos y superar los bajones de juego que se
puedan producir.
Un abrazo a tutti